En esta segunda parte Robert continua con sus sueños, la madre preocupada por el como las madres de cada uno de nosotros que se preocupan para que todos n0sotros consigamos lo mejor, lo unico interesante para este niño eran los numeros ha cambiado mucho la manera de pensar acerca de ellos eso nos pasa a nosotros que decimos que las cosas estan muy duras pero en realidad no, si no es que antes de saber en que consiste el tema ya le estamos sacando el pero a la cosas, aqui se ve tambien el trabajo en equipo los dos juntos intentan construir una piramide que a lo ultimo lo logran, pero el diablo es un poco malgeniado y se encuentra incovenientes con el niño
Robert en consecuencia sigue con sus sueños a hora en el salon de clases el diablo le ayuda a organizar a sus compañeros de una mejor manera pero se le hace un poco dificil, por que son muchos cada momento llegan mas y mas al salon pero todos los conocimientos que habia visto antes le sirvieron para resolver el problema de organizar a sus compañeros, esto que estaba haciendo Robert intentar recordar el pasado. es muy gratificante por que tu te devulves y te acuerdas de cosas muy interesantes en tu vida que tu no te acordabas pero si tu por ejemplo los conceptos de matematica desde la infancia que aprendemos a sumar, restar, dividir, esto nos sirve diariamente, a el le sirvio muchisimo.
Robert de tanto pensar se siente agotado y se enferma pero esto no le importa al diablo sigue con sus conceptos de matematica, el sentia que lo perseguian el le pidio al diablo que lo dejara descansar y el acepto.
por fin Robert piensa que el diablo ha desaparecido que ya puede dormir tranquilo pero el lo extraña muchisimo el diablo aparece y lo lleva a un lugar hermoso le enseña muchas cosas alli vio demasiados diablos de los numeros.
el profesor le hizo una pregunta al niño y el le contesto muy bien y Robert se sintio muy agradecido con el diablo por la experiencia que vivio junto a el.
esta historia me parecio muy interesante y aprendemos muchas cosas de ella y asi le dejamos un poco la peresa a los libros.
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